El striptease de la crónica contemporánea

«Desde Fray Bartolomé de las Casas ante la Inquisición hasta Lucio Victorio Mansilla ante el Estado sarmientino, los mejores cronistas han medido su relevancia a partir de la toma de distancia de cualquier nicho de poder. De manera especular, la crónica institucionalizada y sus agentes apuestan hoy por el proyecto inverso. Es desde los nodos de fuerte representación simbólica y material del periodismo que se permite hoy narrar un mundo que, además, deja cuidadosamente de lado las categorías ideológicas de la política para lanzarse a los devaneos intrascendentes de la cotidianeidad —Juan Pablo Meneses y su exploración del ganado vacuno—, la experiencia autobiográfica en tono solipsista —Daniel Riera y su ventrilocuismo— o el trivial anecdotario higienista —Gabriela Weiner y la ¨crónica gonzo¨ de su… embarazo—.» Nicolas Mavrakis y su visión de la crónica actual en el artículo ¡La crónica está desnuda!, publicado originalmente en el último número de la revista Crisis, que se lee completo en la revista digital Paco, por acá.

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