Archive for febrero 2014

Crónica de la Reserva

27/02/2014

«Gran noticia: afuera comienza uno de esos días que me gustan. Gris plomizo, lluvia inminente, viento sofocante de verano que me llena de deseo de salir a explorar. Pero primero voy a almorzar en el bar Alameda Sur, justo enfrente de la entrada principal de la Reserva. Acá, mi espíritu se libera de “la diaria”, mimado por la alameda aromática y el riquísimo cuadril completo. Quedo suspendido, en reconfortante entrega, escuchando el pop de los 80 con el cual el dueño ambienta las mañanas. Insólito: ¡tan fuerte y tan temprano! Entonces, me interno en la Reserva cantando un tema de Onda Vaga, y voy por su Camino de los Plumerillos oliendo las margaritas del Bañado. Pienso en arrancar un ramo, dudo, mmmhhh, finalmente me reprimo y sigo.» Julián Gorodischer y su excursión a la Reserva Ecológica porteña. Se lee en Clarín, por acá.

Los juicios por escritores

25/02/2014

«Es temprano para salir a la calle, temprano para alguien que pasa la mañana puertas adentro de su casa. Fue una mala noche, mala para alguien que habitualmente duerme de un tirón y suele merodear neurótico la banalidad del bien (hace calor, tengo que plancharme la camisa arriba de la cama porque no tengo mesa, tengo que ponerme pantalón largo y abandonar las bermudas, mi uniforme de verano). Dormí mal y es verdad: hace calor, está tan arteramente húmedo como de costumbre y no, no quiero ir. Pero ya salí de casa y acá estoy, en el mismo colectivo con el que Mirta se fue desde Liniers a Estambul. Yo no voy tan lejos, claro, viajo solamente hasta la terminal del 106, a Retiro, voy a un lugar en el que nunca estuve: voy a los tribunales de Comodoro Py.» El escritor Julián López fue a los tribunales de Comodoro Py para contar una audiencia de un juicio por delitos de lesa humanidad. Se lee completo en Infojus por acá.

Un laboratorio ideológico llamado Chile

22/02/2014

«Durante el último medio siglo, en Chile, el laboratorio ideológico más lejano del mundo, hemos experimentado un arco impresionante de posibilidades políticas. Las revoluciones de los años sesenta acá no se contentaron con ser un grito universitario y juvenil, y empaparon también la campaña de Salvador Allende en 1970. La Unidad Popular, además del marxismo y la tradición obrera, incorporó el “prohibido prohibir” de los franceses del 68, la teología de la liberación de los curas latinoamericanos, y las ondas soviéticas, guevaristas y castristas al mismo tiempo. Fuimos el último grito de la moda revolucionaria. Nos visitaban artistas e intelectuales de todas partes. El 11 de septiembre se convirtió en una fecha traumática no sólo para los chilenos.» La columna de Patricio Fernández en The Clinic, se lee completa por acá.

La cocaína según Saviano

16/02/2014

«Coge una goma elástica y empieza a tensarla. Al principio no hay casi resistencia. La alargas sin dificultad. Hasta que alcanzas la máxima extensión más allá de la cual la goma se rompe. La economía de hoy funciona como tu goma elástica. Esa goma es el comportamiento según las reglas de la competencia leal y según la ley. Al principio todo era fácil, los recursos estaban disponibles, el mercado dispuesto a dejarse invadir por cada nueva mercancía capaz de hacerte la vida más bonita y más cómoda. Cuando comprabas, sentías que habías dado un salto hacia un futuro mejor. Si producías, te percibías en la misma dimensión. Radios. Automóviles. Frigoríficos. Lavadoras. Aspiradoras. Zapatos elegantes y zapatos deportivos. Máquinas de afeitar eléctricas. Abrigos de piel. Televisores. Viajes organizados. Ropa de marca. Ordenadores portátiles. Móviles. No tenías que estirar mucho la goma elástica de las reglas. Hoy estamos cerca del punto de ruptura. Se ha conquistado cada nicho, satisfecho cada necesidad. Las manos que tiran de la goma se extienden cada vez más allá, rehúyen la saturación alargándola todavía un milímetro más con la esperanza de que ese esfuerzo no sea realmente el último. Al final te las arreglas para deslocalizar en el Este o intentas trabajar en negro y evadir impuestos. Tratas de estirar la goma lo máximo posible. Es la dura vida del empresario. Mark Zuckerberg sólo nace uno cada siglo. Pocos pueden generar riqueza solamente a partir de una idea, y, por muy triunfadora que sea, esa idea no genera una actividad derivada sólida. Los demás están obligados a librar una guerra de posición para colocar bienes y servicios que a lo mejor duran un abrir y cerrar de ojos. Todos los bienes están obligados a someterse a la regla de la goma elástica. Todos excepto uno. La cocaína.» Un adelanto de CeroCeroCero, el nuevo libro de Roberto Saviano. Se puede leer en el diario español El País por acá.

¿Con quién coge Fidel Castro?

15/02/2014

«Habíamos venido a Cuba de luna de miel para ser testigos del comentario que es tantas veces repetido y reportado de que Fidel Castro es el mejor amante del mundo. ¿Cuántos puros cubanos compramos intentado descubrir los secretos de la vida amorosa de Castro? Perdimos la cuenta. Una vez, el cuestionar a los locales nos llevó a una discusión larga y confusa de la construcción del Museo de la Revolución. En otra ocasión, una mujer —después de que le compramos la cena y unos tantos tragos— nos dio una charla improvisada de cada una de las fotografías en blanco y negro en el lobby del hotel y luego nos intentó dar un recorrido del edificio Bacardí. Pero ocasionalmente tomábamos algunos de los consejos. El portero en el Hotel San Basilio pidió nuestra atención después de oír nuestra conversación con un viejo hombre australiano que nos había dado un puro, en el bar del hotel. Él nos dijo que una de las grandes amantes de Fidel fue la dentista de la mejor clínica de Santiago de Cuba.» Así arranca el artículo firmado por Wes Davis y Holli Davis en la revista Vice. Se lee completo por acá.

Hay crónica sobre el Hay Festival

14/02/2014

«El día antes de volar a Cartagena me llevo prestado de la casa de una amiga actriz en Bogotá un libro de E.M. Cioran: Ese maldito yo. Empiezo a leerlo en el avión y se me ocurre que sus aforismos pueden ser una referencia para contar algunos momentos de un Hay Festival en el que ejerzo de cronista low-cost. Sospecho que nunca antes sucedió. Vivimos en una época en la que los escritores viajan más que sus libros. Algunos escritores tienen más espectadores que lectores. Lo mínimo que podrían hacer entonces es desarrollar algún tipo de habilidad escénica. Pero no. Apenas se les pide que conversen informalmente con un interlocutor que a menudo ni se leyó los libros de su entrevistado. En este Hay Festival, además, se da la circunstancia de que fueron invitados varios autores ingleses que ni siquiera tienen un libro traducido al castellano. Es posible que nadie de la sala haya leído nada de David Szalay o de Sunjeev Sahote ¿Por qué vinieron a escucharles? ¿Cuál es el encanto de escuchar a un escritor al que no has leído?» Así arranca la crónica que escribió Marc Caellas sobre el Hay Festival colombiano. Se lee completo por acá.

Aguas de marzo, en Plaza de la Lengua

13/02/2014