Una vuelta por el cantri de los milagros

En medio del último congreso de Carreras de Comunicación en Jujuy, Alexis Burgos armó un reportaje y crónica sobre el barrio de la Asociación Túpac Amaru que dirige Milagros Sala en Jujuy. Es “cantri” y no “country” porque si en USA este término remite a la música rural, en Latinoamérica es sinónimo de barrio cerrado y para ricos. Cambiándole la letra al amo, este barrio se hizo exclusivo para marginados: de villa, favela o cantegril no tiene (casi) nada excepto el origen social de sus habitantes, empoderados por el milagro que llevó a una mujer del robo, la transa y la prostitución al liderazgo del activismo social en el nordeste argentino. Ilustrado por fotos que pueden verse con un click aquí, el texto dice:

 

Volver cuando se está sanito

UNO

“Iglesia asesina”, decía la pintada sobre el ocre paredón inmaculado. Y en un interdicto léxico llamativo, luego de una coma, agregaba: “Venceremos”.

DOS

Ciudad Autónoma de Buenos Aires, sábado 21 de agosto, 12 grados y lluvia en la calle Corrientes. El mismo día la temperatura en San Salvador de Jujuy era de 27 grados centígrados. Allí, en el noroeste argentino, terminaba el 8º Encuentro Nacional de Carreras de Comunicación (ENACOM), que este año había tenido sede en la Universidad Católica de Santiago del Estero (UCSE) en Jujuy. El dato resulta curioso si se considera que el año anterior el mismo congreso había tenido sede en la Universidad Nacional del Comahue, de orientación ideológica opuesta. La tensión la hacía evidente la pintada (“Iglesia asesina, Venceremos”): alguien la había hecho la noche anterior al comienzo del congreso, el 19 de agosto, en el paredón inmenso del edificio, que había servido como convento durante el siglo XIX y sólo tenía una proporcionalmente-pequeña puerta de entrada. El hecho de que el esmalte sintético Alba para exteriores que, en tachos de 20 litros, la sede local de la pinturería Rex había donado para pintar el frente del edificio en honor al congreso estuviera aún fresco impidió que el oficial de maestranza Sergio Rivotti pudiera limpiar o siquiera atenuar el grafitti, que estuvo allí para que los asistentes y expositores del congreso se fotografiaran descaradamente y compartieran luego sus fotos en redes sociales y servidores colaborativos[1].

TRES

Luego del cierre de la última mesa del congreso (“Medios, política y poder”, coordinada por Guillermo Mastrini, de la Universidad de Buenos Aires, y César Arrueta, de la de Jujuy), Antonio B., que estaba en el encuentro en condición de asistente, saludó a un hombre bajo y moreno que tampoco había preparado ponencia alguna para la ocasión. Era Claudio, el marido de la dirigente de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) seccional Jujuy y presidenta de la Asociación Barrial Tupac Amaru -parte del llamado “movimiento piquetero”- Milagro Sala. Claudio le sugirió a Antonio que “se diera una vuelta por el cantri”, y con un BlackBerry Bold 9700 (precio de mercado: U$700) habló con Mario J., que prometió pasar por Antonio y algunos periodistas a las 15. Claudio desapareció rápidamente de la maltrecha sede de la UCSE, y ni Antonio ni ninguno de los asistentes al congreso volvería a verlo en el lugar. Eran días ajetreados para las cabezas de la Tupac Amaru: al día siguiente se celebraría el aniversario del Éxodo Jujeño, y la Presidenta de la Nación había prometido asistir a los festejos in situ. Planeaba además, dijo Claudio, darse una vuelta por el “cantri”, de modo que Milagro había indicado que el lugar debía estar perfectamente presentable. Eso, al menos, confirmarían más tarde Mario J., un capataz, dos peones, tres trabajadores textiles, un docente y dos pintoras, todos de la asociación barrial.

CUATRO

Milagro Sala nació el 27 de enero de 1964 en Bajo Azopardo, una villa de San Salvador de Jujuy. Mario J. afirma que quien le oficiara de madre recibió de las manos de la propia Eva Perón una máquina de coser marca Singer que había pedido en una carta, y que eso marcó la entrada de Milagro al peronismo revolucionario.

A los 15 años Sala se enteró de que era adoptada, e ipso facto dejó el calor de su hogar nacional y popular para discurrir entre buscas, transas, ladrones rasos, proxenetas y prostitutas. Lustró botas, prendió muchos porros frente a otras tantas apachetas y robó, robó, robó. La apresó la policía a los 18, edad en la cual entró a la prisión de la ciudad. Amiga de la organización eficaz, en la cárcel dirigió una huelga de hambre con la que exigió que se le permitiera cocinar a las mismas reclusas, lo que daría lugar a una mejor alimentación sin aumentar los costos del presidio. En cuanto dejó la cárcel, un grupo de putas del Bajo Azopardo la reclutó como administradora y le exigió, según Mario J. “a cachetazos”, salir del mundo del hampa. Ella cambió más tarde el trabajo en el burdel por un puesto de maestranza en una dependencia estatal, con el que rápidamente se convirtió en delegada de ATE. Milagro suele explicar su ingreso a la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA ) de la siguiente manera: “Me metieron en la cárcel injustamente ocho meses. Porque me discriminaron, por ser pobre, porque no tenía quién me defendiera. Y cuando estaba en la cárcel me puse a pensar que así como el poder era injusto conmigo, con cuántos otros chicos humildes también lo sería. La Justicia es buena con los que tienen plata y con los que no tienen no. Entonces me juré ahí mismo, en la cárcel, que el día que saliera iba a luchar para que no hubiera más injusticia”.

CINCO

Mario J. llegó puntual, tres minutos antes de las 15, al hotel Palmira del 315 de la calle Ramírez, que es como en Jujuy llaman a Ramírez de Velazco, calle a la cual los porteños se refieren como “Velazco”. Manejaba una camioneta Mercedes Benz Sprinter 315CDI blanca modelo 2010 que tenía un monitor LED LCD de 22 pulgadas instalado en el techo. La camioneta, como tantas otras cosas, había sido comprada con el excedente del plan de viviendas que había servido para financiar la construcción del “cantri”. Con el mismo excedente se compraría también el monitor, el estéreo Sony Xplod XDH-500 con salida para micrófono profesional que estaba instalado en la cabina y la media docena de botellas de Gatorade sabor Guaraná, además de dos botellas de agua -una con y otra sin gas-, que Mario pagaría para los periodistas en una estación de servicio. Algunos de ellos se quejaron del obsequio: “La jefa se enoja si los dejo pagar. Quiere que se los trate bien, quiere que vuelvan”, dijo el hombre. Y mostró una sonrisa pícara de dientes blancos que sobresalían en el marco de una piel curtida por el sol y los años de vida en la villa Alto Comedero, cuando todavía en San Salvador no existía el “cantri”.

SEIS

La Asociación Barrial Tupac Amaru construyó con fondos del Instituto de vivienda un barrio que rápidamente se llamó “El cantri de los villeros”. El proyecto comenzó en 2003, y actualmente tiene listas 1800 casas. Está ubicado a quince kilómetros del centro de la ciudad, en lo que antes era la villa Alto Comedero, zona cuyo nombre está asociado a que, antes de la instalación del asentamiento, funcionaba como área de pasteo para ganado vacuno. Las casas del barrio están pintadas, según los pintores del lugar -que responden a un hippie itinerante a quien llaman “Jesús”  por su apariencia- “con los colores del norte argentino: celeste, amarillo, ocre, verde”. Todos los tanques de agua están decorados con imágenes o bien de Tupac Amaru, o bien de Evita Capitana, o bien de Ernesto Guevara Lynch.

La producción de cada vivienda costaría a cualquier vecino, según tasó la empresa Marfer del centro de San Salvador, 146.235 pesos. La asociación paga por cada una $86.700, ya que el mismo barrio produce los bloques de cemento y la carpintería metálica, además de encargarse de la mano de obra. Las compras de puertas, ventanas y cerámicas se licitan al mejor postor, aunque hay un acuerdo para que la fábrica recuperada FASINPAT (ex Zanón) las provea cuando tenga la estructura productiva suficiente como para hacerlo.

La construcción de las casas se ejecuta en etapas, y los grupos están organizados en cooperativas de 16 trabajadores que deben terminar el proyecto en seis meses so riesgo de quedarse sin vacaciones. Lirio, uno de los capataces generales, oriundo de La Matanza, dice que el trabajo es duro. “Si la jefa pide una obra en veinte días, la obra tiene que estar. Si no está, bueno, igual tiene que estar. No puede no estar”. Los trabajadores de la cooperativa están en condiciones, al terminarla, de habitar su casa.

El “cantri” está cerrado por barreras y sólo se puede entrar a la zona con el acompañamiento de un vecino o de un dirigente de la asociación. La gente “de afuera”, en cualquier caso, dice no estar interesada en ir al barrio. Sin embargo, en el verano, cuando está habilitado el parque acuático del cantri, la circulación de adolescentes de entre 12 y 17 años en el lugar aumenta de 2500, que es el número habitual, a 4700 jóvenes.

SIETE

En el “cantri” hay un taller metalúrgico, una empresa textil, una productora de bloques de cemento, un cartel que dice “Bienvenidos al cantri Tupac Amaru”, una escuela para discapacitados, una escuela primaria, una escuela secundaria, una guardería para discapacitados, una guardería a la que las madres prefieren no llevar a sus hijos, una plaza por etapa de construcción, una plaza especial para discapacitados con juegos para niños que utilizan silla de ruedas, un centro de salud con equipamiento como el que no hay en 400 kilómetros a la redonda, un parque temático, un Inti Raymi, una farmacia, un laboratorio, un centro de rehabilitación que fue construido en cuatro meses, un gimnasio, una cámara Gesell, una sala de grabación, seis fábricas, una radio autorizada por el COMFER, esculturas de dinosaurios a escala y un parque acuático con pingüinos duendes cascadas toboganes piletas adaptadas y los lobos marinos que también pueden encontrarse en Mar del Plata.

OCHO

Milagro Sala es muy criticada por los jujeños que no viven en el “cantri”, muy respetada por los vecinos del lugar y bastante temida por los presidentes de las cooperativas de trabajo y sus empleados directos.

Cuando a alguien de la asociación se le pide una explicación acerca del carácter controvertido de la figura de Milagro, la historia que el encuestado refiere suele ser siempre la misma. Al menos en contarla coincidieron Mario J., el capataz Lirio y Amelia, la directora del centro de salud del “cantri”. Una vez, parece, a una de las reuniones con los vecinos del barrio llegó una mujer con visibles signos de violencia familiar. Preguntada por Milagro, la mujer dijo no haber sido golpeada, pero más tarde se quebró y, entre llantos, explicó cuánto el marido la maltrataba al llegar, “machao”[2], a su hogar. Inmediatamente, se dice, la señora Sala juntó a 50 mujeres de la zona y armó “el camino del sufrimiento”, un dispositivo de tortura local que consiste en hacer pasar al marido golpeador o al mal vecino por un corredor humano en el cual es objeto de patadas y golpes de todo tipo. Después de eso, dicen las fuentes, el hombre no volvió a maltratar a su mujer.

“Se va a machar a la ciudad y vuelve cuando está sanito, ya no jode a nadie. Yo no sé si está bien o mal lo que hizo la flaca, pero el tipo no jode más. Y así vivimos todos mejor”, dijo Mario, que dejó la villa en el momento en el que el “cantri” empezó a funcionar.

-Alexis Burgos


[1] Algunos buenos ejemplos son, quizás, los que se ven en estas fotografías.

 

[2] Borracho.

Una respuesta to “Una vuelta por el cantri de los milagros”

  1. Laury Says:

    Hace unos dias vi un reportaje que le hicieron a la senora Milagros. Quedé impactada. Ahora busque por interntet quien es esta Hermosa Mujer. Me da fuerza para seguir. Soy de buenos aires. Mi admiración y mi apoyo incondicional a esta gran mujer. Con honestidad y con amor por el projimo se puede construir grandes cosas. Una mujer de bien.
    Gracias Señora Salas por ser ejemplo de mujer y de madre.
    Gracias a las personas que se vieron motivadas para llevar manos a la obra y cumplir con tan bello sueño de hacer un mundo mejor.
    Gracias por mostrar que la justicia la logran los buenos seres humanos.
    Felicitaciones y los mejores deseos de felicidad!
    Atte Sra.Laura Gomez (Bs.As)

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